La «cifra de negocios» comprende las ventas habituales de bienes y servicios (sin incluir el IVA y considerando en negativo las devoluciones de ventas, los rappels y los descuentos otorgados). No se incluyen, por tanto, las ventas de activos, las subvenciones para realizar inversiones ni los ingresos financieros.
Si este año su empresa aumenta su cifra de negocio, recuerde que, si supera determinados límites, sus obligaciones fiscales pueden sufrir cambios:
Si la facturación de su empresa en lo que va de año se acerca a alguna de estas cifras, plantéese demorar alguna venta para el ejercicio siguiente (siempre que ello sea posible). No basta con que retrase la emisión facturas hasta el mes de enero: es preciso que la fecha de devengo de estas operaciones –en general, en las entregas de bienes se trata de la fecha de puesta a disposición y en los servicios suele ser la fecha de prestación efectiva del servicio– se retrase hasta que se haya iniciado el próximo año. Por ejemplo, si un cliente le hace un pedido a finales de 2023, negocie la posibilidad de entregarle los bienes en enero de 2024.
Consúltenos como le podemos ayudar, siempre se esta a tiempo para el cambio.