Se podría decir que el 2023 no ha sido amable con los pesimistas, la economía mundial sigue enfrentando los desafíos del bajo crecimiento y la inflación elevada, con una leve desaceleración el próximo año, principalmente como resultado del necesario endurecimiento de la política monetaria en los últimos dos años.
La inflación ha disminuido desde los máximos del año pasado. Esperamos que la inflación vuelva a alcanzar los objetivos de los bancos centrales para 2025 en la mayoría de las economías más importantes del mundo, en muchos sentidos la economía está yendo mejor de
los esperado.
Sin embargo, las perspectivas económicas siguen siendo profundamente inciertas. Las tasas de
interés más altas se están abriendo camino en el sistema en la medida que no baje la inflación, las guerras están causando estragos en todo el mundo y los desastres climáticos son cada vez más comunes. Hará falta reactivar el comercio mundial y adaptar la política fiscal para hacer frente a los desafíos de largo plazo. Las perspectivas de crecimiento a cinco años para la economía global nunca han sido peores, no obstante, a falta de una recesión económica significativa, el descenso final a una inflación del 2% llevará más tiempo y tendrá más zigzags y baches de lo que normalmente se considera, pero se llegará finalmente, como dice el refrán,
“la milla más larga es la última milla a casa".
El PIB en la eurozona empezó 2023 con una economía que aguantaba mejor de lo previsto la crisis energética. La situación de estancamiento ha terminado y el crecimiento de 2023 rondará las 4 décimas y se prevé para 2024 un crecimiento del 0,7% .
España ha terminado 2023 creciendo un 2,4%, el doble de lo previsto hace un año. Sobre todo, por el buen comportamiento del turismo, una política fiscal expansiva (en parte relacionada con el ciclo electoral, como muestra la evolución del empleo público en los primeros meses del año), y porque el crecimiento de finales de 2022 y la primera mitad del 2023 superó ampliamente las expectativas.
Aunque la desaceleración del resto de Europa se ha dejado sentir en España, la economía ha aguantado mucho mejor y el crecimiento de la segunda mitad del año se ha situado cerca del
1,5%, la misma tasa que se espera para el conjunto de 2024.
La demanda nacional habría aportado 1,9 puntos porcentuales al crecimiento del PIB, dos décimas más de lo adelantado en el anterior consenso y el sector exterior 0,5 puntos porcentuales, dos décimas menos. La estimación del consumo, tanto público como privado, se revisa al alza, mientras que la de inversión se reduce. Respecto a las exportaciones e importaciones, la estimación se revisa a la baja, más en el caso de las primeras que en el de las
segundas (Fuente FUNCAS).
Para 2024, esperamos que la tasa de crecimiento de la economía se modere al 1,4%. Siempre que se siga contando con la ayuda de los NGEU (Fondos Europeos aprox. 0.4 % ) el tipo de interés y la inflación baje , se recuperen las exportaciones y que por supuesto no haya ningún susto externo. (Fuente: Caixabank Research),
El empleo según las cifras de afiliación a la Seguridad Social, la creación de empleo en el cuarto trimestre fue similar a la del trimestre previo, si bien se trata de un ritmo inferior a la primera parte del año, la estimación de consenso de crecimiento del empleo en 2023 es del 2,6%, y para 2024 se prevé un crecimiento del 1,5% (Fuente: FUNCAS),
La productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo se habría reducido un 0,2% en 2023 y la previsión es que crecerá un 0,1% este año. En cuanto a los CLU (Coste
Laboral Unitario), se habrían incrementado un 4,7% en 2023 y se prevé un 3,4% en 2024. La tasa de desempleo media anual se habría situado, según el consenso, en el 12,1% en 2023, y se reduciría cuatro décimas hasta el 11,7% en 2024.
Los datos anteriores son coherentes con la subida del Salario Mínimo Interprofesional, que aunque viene impuesto por el Gobierno, está aún por debajo del Valor Descontado de la
Productividad Marginal de los trabajadores y entendemos que tanto el salario real como las condiciones de contratación irán mejorando siempre y cuando aumente la productividad.
La carencia relativa de trabajadores podría estar influyendo sobre todo en sectores como la construcción, el Instituto Nacional de Estadística, a través de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral, señala que cada vez es más complicado cubrir las vacantes laborales. Hay que tener en cuenta que el envejecimiento de los ocupados en España es generalizado y el peso de los
ocupados extranjeros, que se ha incrementado más del 20% en el último año, este y otros motivos, como la ausencia de desequilibrios en el sector, descarta una nueva burbuja
inmobiliaria.
A pesar que la mayoría de mis compañeros no son optimista y trasladan sus previsiones de recesión para el 2024, (recesión que ya ha llegado a Alemania), de momento los datos macroeconómicos no les dan la razón, y las previsiones del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la OCDE, son de un crecimiento de dos décimas por debajo de 2023, no hablan de recesión y si se recupera el comercio internacional se mantiene controlada la inflación, podemos esperar un "Crecimiento pequeño y lento, pero resiliente".
A nuestros empresarios como cada año recomendamos más que nunca trabajar con un presupuesto, el control presupuestario ayuda a la acción empresarial, no descuidar algunas métricas como la productividad del personal y ante posibles desequilibrios en los precios por influencia internacional , no descuidar la gestión y control de la tesorería y sobre todo no ser pesimistas.
Consúltenos como le podemos ayudar, siempre se esta a tiempo para el cambio.